Erika Preisig, presidenta de Lifecircle, asociación suiza que defiende el llamado ‘suicidio asistido’, señala que en esta práctica “el enfermo habla con los familiares, con los amigos, para decirles ‘me iré en unas semanas’” Origen: “La muerte voluntaria asistida es un acto de amor hacia familiares y amigos”