La queja, un aliado para hallar la paz interior

Una verdadera arista muy diferente (pensamiento divergente dije)…

Haz de tu camino una meta

unacaminante_queja

Ya se ha vuelto una evidencia difícil de disimular: ¡nos encanta la queja! Explicamos nuestras penas a familiares y amigos porque nos ha vuelto imposible gestionar interiormente el sentimiento de injusticia, impotencia o simplemente la sensación de ser blanco de fatalidades de la vida. Queremos sentirnos apoyados y reconocidos y por eso tratamos de difundir nuestra inconformidad con una situación. Las redes sociales han dado voz activa a las quejas: hemos aprendido que se puede reclamar de un mal servicio, una factura equivocada o nuestro desagrado con un producto adquirido. Sin hablar de nuestra eterna insatisfacción con el panorama social, medioambiental, político, etc.

Sin embargo, más que señalar lo fatal que está el mundo, la queja pone de manifiesto nuestra enorme insatisfacción con nosotros mismos. Cada vez que por nuestra boca, o incluso por nuestro pensamiento, sale una queja, porque nos enfadamos – porque sentimos rabia, ira, impotencia- , es señal de que hay algo…

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Publicado por licconsuegra

iusperito y comunero forense...

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